Ausencia

Las horas no son nada/ vacío/ silencio que envuelve/ agobia/ es tu muro mi frontera y ahí comienza tu ausencia./ Despedida sin adiós o distancia/ qué más da si estás del otro lado de la cama/ frente de la mesa o juntos al sofá/ cumplimos a la sociedad/ cogemos por legislación común/ simulamos que somos, vivimos/ respiramos el mismo aire/ amamos el mismo cielo/ ansiosos de emprender la huida/ azules, sin paraíso.../ Hasta que el divorcio nos separe.

La Casa de tu Alma

Mi pequeña sobrina de apenas siete años me mostró en su libro de texto un hermoso poema de un escritor que se acaba de convertir en uno de mis favoritos "Jorge Miguel Cocom Pech", Yucateco, de raíces mayas. Normalista, Ingeniero Agrónomo y especialista en Sociología Rural... Un talentoso escritor que me robó el alma a través de mi pequeñita que me leyó en maya y luego en español La Casa de tu Alma: Tu idioma es la casa de tu alma/ Ahí habitan tus padres y tus abuelos/ En esa casa milenaria/ hogar de tus recuerdos/ permanece tu palabra./ Por eso,/ no llores la muerte de tu cuerpo,/ ni llores la muerte de tu alma./ Tu cuerpo,/ permanece en el rostro de tus hijos;/ tu alma,/ eternece en el fulgor de las estrellas./

He de menguar un día/ abandonarme un segundo/ dejar la plétora libertad/ inexorablemente sin lucha/ guarnición o victoria/ será lo que deba ser/ crecer, madurar/ hallar un nido, sembrar/ buscar abrigo/ será que debo avanzar/ ir a senderos quietos/ abandonarme un segundo/ menguar.

Tu olor

Cierro los ojos para evocarte
respirar las huellas de tu olor
cierro los ojos para besarte
y correr con los dedos tu perfil
cierro los ojos para buscarte
en la bruma
el aliento del alba
cierro los ojos para quererte
sentir la humedad de tu pecho
inspirar tu aroma
el instante
cierro los ojos para entregarte
bríos
cuerpo
corazón
cierro los ojos para mirarte
desnudar tu alma
el candor

Promesas

Promesa de tu pecho
de mis labios
de noches en vela
y mares de caricias que bañan tu cuerpo
mojan mis ganas, tus alas
temerosas de amarte
sedientas de ti y de mi
torrenciales
eres la quimera
el capricho
una fantasía nocturna
secreto a voces
al oído, en mi oído
juegas a quererme y no querer
a encontrarte
simplemente buscarte
hallarme
a saber
no soy, no eres
comenzar de nuevo
otra vez...