domingo, 11 de agosto de 2013

Tírame la primera piedra

Heme aquí, a mis treinta celebrando el cumpleaños de una mujercita que apenas llega a los seis. En días como hoy, entre manteles rosados y confeti metálico de las "Monster High" quisiera sentirme cupable por no querer ser madre, y el sincero así como desbordado instinto maternal de mis amigas, no me hace el chingado favor. Hace ya varios años, soy asidua a festejos infantiles a los que acudo voluntaria y gustosamente, por la amistad que me une a los anfitriones y por el inmenso cariño que siento por mis innumerables sobrin@s. Estoy atrapada en la dimención de la tía y lo disfruto bastante. Los niños no me causan alergias, todo lo contrario. Sin embargo, considero que particularmente no vine a este mundo a procear y me ufano de ser la versión provinciana de Carrie Bradshaw aunque sin los manolos (acá la columna sólo te da para ufanarse). Pero al grano, hoy no quiero ser madre y decreto que nadie que no lo desee debe sentirse mal por ello. Nadie que al igual que yo no haya sido dotada del gen de la maternidad, debería ser castigada socialmente o recibir esas miradas de reproche cada vez que alguna pariente metiche, ex amiga de la secundaria o compañero de trabajo al que le camina a ritmo neardental el reloj biológico lanza el típico "Y tú para cuándo", acampañado de aún más típico "Pues ya se te anda yendo el tren". No señores y señoras... ni quiero, ni puedo ser madre. No cuento con aquello que se necesita. La profesión de ser mamá me queda como la yegua de Alicia Villerreal: "grande".Disfruto de mi vida vacía y del silencio, de levantarme a medio día por resaca o por gusto, de ser consciente sólo de mi persona, del desvelo en la bohemia, inspiración, trabajo o pasiones; de poder entrar a un bar a cualquier hora del día o noche, de ser única y cínicamente responsable de mis virtudes y demonios. Las admiro mujeres, mas no las envidio. Me tiene sin cuidado la opinión de aquellos que en su vivir moralino critican mi honestidad. No quiero ser madre hoy y probablemente mañana tampoco. Así de sencillo o complicado, depende de la perspectiva.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué te puedo decir yo que soy padre y madre al mismo tiempo!
Se nace para algo, o no se nace; aunque algunos estudiosos(as) de género advierten que no es un asunto de nacer, sino de ser.
Creo que, si se procrean hijos, se tiene una gran responsabilidad para guiarlos en su crecimiento.
Admiro tu sinceridad.

Jorge Miguel Cocom Pech

Unknown dijo...

¡Qué te puedo decir yo que soy padre y madre al mismo tiempo!
Se nace para algo, o no se nace; aunque algunos estudiosos(as) de género advierten que no es un asunto de nacer, sino de ser.
Creo que, si se procrean hijos, se tiene una gran responsabilidad para guiarlos en su crecimiento.
Admiro tu sinceridad.

Jorge Miguel Cocom Pech