Respirar es parte de estar vivo, mas no la esencia de la vida. Conozco a tantos que murieron antes de vivir, y aún respiran...
sábado, 28 de septiembre de 2013
Heme pecadora
Heme aquí padre, pecadora y te confieso:
en trance me humillo al pie de mortales,
busco en santos y milagros,
parábolas y salmos,
hábitos y gentes,
ruego perdón,
me arrepiento (a veces).
¡Oh padre, perdóname!
Soy una mujer que goza y se regocija,
pero no en ti, no en el espíritu santo,
me regocijo y gozo en la carne, la vid, deidades terrenales,
y juro tu nombre en vano una y mil veces.
Pero cuando sangro,
cuando una espina se clava en mi alma,
cuando el dolor me embarga, lloro,
más aún, te imploro: cúbreme con tu manto.
Padre, yo soy una buena hija porque rezo a María,
pongo a San Antonio de cabeza,
voy a misa,
golpeo mi pecho,
ruego a Dios padre salga Satán que me posee,
porque cuando peco, padre,
no soy yo, es mi albedrío que obedece.
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